Cuando llegamos a una determinada edad empezamos a sentir que nuestra piel ya no es la misma. Su suavidad, delicadeza y hasta el brillo de la juventud se van deteriorando, ya sea por el clima, las sustancias que empleamos en la cocina o para la limpieza nos han producido resequedad. Muchas veces el simple cambio ambiental ha dañado nuestra piel.
Para poder evitar que nuestra piel se maltrate primero debe evitar utilizar agua muy caliente, ya sea al darse un baño como al preparar los alimentos, sepa que jabón emplear. Es importante que luego del baño se dedique una parte del tiempo a retirar las celulas muertas mediante la exfoliación.
Para proteger tu rostro debes limpiarlo con cremas recomendadas tanto en la mañana como en las noches, antes de acostarte. Cuando salgas a la calle es preciso que protejas tu piel con un poco de bloqueador solar. No sólo es necesario los cuidados externos a la piel, también son necesarios los internos, como el beber agua (8 vasos de agua al día). Esto prehidratará tu piel y le dará la vitalidad deseada.
0 comentarios:
Publicar un comentario